lunes, 4 de enero de 2010
Signos.
De pronto solo una luna como aguada, semiescondida, tímida atropella mis ojos. Ella es como la llave que abre el candado del cuarto donde deje perdido mi amor por vos.
De pronto solo una luna como aguada, semiescondida, tímida atropella mis ojos. Ella es como la llave que abre el candado del cuarto donde deje perdido mi amor por vos.
A veces solo es la nada, esa inmensidad que me empapa y no logro caer más profundo que en la suicida actividad de enlodarme con tu recuerdo.
Etiquetas: en voz baja
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